domingo, 24 de abril de 2011

La gran mentira.

Después de la victoria cosechada ante el Albacete ya hay un sector xerecista que recobra la ilusión de nuevo por jugar la liguilla de ascenso esta temporada, recordemos que son cinco los puntos que nos separan de tan ansiados puestos.

El equipo gano, sí, de acuerdo, pero ante un Albacete desauciado, desquiciado, rozando el descenso a la segunda división B y con un jugador menos durante una hora, cualquier cosa. Aún así, en inferioridad numérica el Alba falló un penalty, nos llegó a empatar y sin hacer practicamente nada nos hicieron dos goles y estuvieron vivos hasta que José Mari en el descuento sentenció el partido.

La victoria no deja de ser otra confirmación mas y ya van muchas, de que este equipo aún en la trigésimo quinta jornada no sabe a que juega. De risa era ver a Óscar Díaz desubicado cuando entró Capdevila, preguntando a diestro y siniestro donde se colocaba, aún no sé que estaría haciendo Javi López, bueno ahora que lo pienso, estaría de brazos cruzados o quizá bebiendo agua. Un Xerez al que no le hemos visto reaccionar en Chapín, un estadio en el que esta campaña se han vendido los puntos a low cost, muy poquito han hecho algunos equipos para puntuar en el feudo jerezano: Recreativo, Elche, Huesca, etc.

Para mí y ojala me equivoque pensar en que este equipo puede acabar entre los seis primeros clasificados es una gran mentira.

El discurso al que JL nos viene acostumbrando acerca del play off : gane, pierda o empate el equipo siempre parece mantener intactas sus opciones de ascenso, parecen estar basadas en el libro del escritor italiano Carlo Collodi: "Las aventuras de Pinocho" y al técnico catalán de seguir así, sin afrontar la realidad, me temo que le empezará a crecer la nariz.

La RAE define el verbo mentir de la siguiente manera: decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa. Esto es precisamente lo que JL viene haciendo en esta presente campaña, salvo cuando abiertamente dijo lo que pensaba de su plantilla al decir que: "el equipo solo podía bajar puestos en la clasificación", momentos en los que el Xerez marchaba cuarto. En ese justo momento el técnico catalán demostró su falta de ambición, su conformismo y su desconfianza en el plantel azulino. Al decir esas declaraciones en público JL como Pilatos se lavó las manos y nos anuncio de manera indirecta su fracaso como técnico del Xerez.

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