Martes de melancolía.

La lluvia ha impedido en este Martes Santo de 2011 que nuestras cuatro hermandades que realizan estación de penitencia hayan podido procesionar por las calles jerezanas.
Las juntas de gobierno de cada hermandad se reúnen para tomar la decisión mas difícil del año, la cabeza contra el corazón, el mirar al cielo o mirar lo bonita que sería la calle con su Cristo andando por ahí.
Es el trabajo de todo un año, de cofradías que por antiguas que sean siempre tienen algo nuevo que ofrecer y de algunas algo mas jóvenes como la Clemencia que siente cada carrera oficial como la primera.
Durante semanas previas a la Semana Santa siempre se viene especulando con el tiempo, si lloverá o no lloverá y finalmente llovió, el Martes Santo ha sido el día perjudicado de nuestra Semana Mayor.
Un Martes Santo en el que en vez de ver a las calles llenas de nazarenos, vemos a nazarenos abatidos, desilusionados, que salen de su capilla con lágrimas entre los ojos. Son los sentimientos, la ilusión que rompe la lluvia. Los reporteros de radio y televisión siguen estando delante del paso pero hoy sólo desde sus sedes canónicas.
Los cofrades no se resisten a un Martes Santo sin sus cuatro cofradías por las calles de nuestra ciudad y por eso son muchos los que quieren verlo aunque solo sea en su iglesia, quieto y sin marchas de fondo.
El Martes Santo es un día marcado en el calendario de todo cofrade, como cualquiera de nuestra semana mayor y la lluvia nos muestra el sentir de una ciudad que ama a su Semana Santa, el sentir de una cofradía que es una pequeña familia y que como las buenas familias se apoyan los unos a los otros y miran a su señor contando los días que faltan para volver a presentarlo a Jerez.