sábado, 17 de septiembre de 2011

La pesadilla de Chapín.


Xerez Deportivo y Gimnástic de Tarragona empataron a cero, en un partido que brilló por la ausencia de oportunidades de gol.

El Xerez salia al verde de Chapín, con la intención de romper el maleficio en casa y con las novedades de Doblas en la portería después de la lesión de Chema, Campano, Mendoza y José Vega, dejando Juan Merino de esta manera a el ex-verdiblanco, Jesús Capitán "Capi" en el banco.

El conjunto xerecista quería hacer las cosas bien desde el principio, ya en el minuto 6 de partido, la tuvo el de siempre, es decir, José Mari, pero su cabezazo se fue por encima del travesaño de la portería de los catalanes.
José Mari, sería de nuevo el que pusiese el "uy" en la grada de Chapín al rematar con la testa un centro desde el costado, el cual no encontró puerta.

El Xerez comenzaba a ser el dominador del partido, con altos porcentajes de posesión de balón, pero sin suerte en la finalización, ya que los remates de los azulinos no encontraban la portería de Rubén Pérez.

Pasada la primera media hora de juego, concretamente en el minuto 33, el técnico visitante Juan Carlos Oliva, movía ficha y realizaba la primera sustitución, retiraba del terreno de juego a Borja Vigueira y daba entrada a Longás, el cual veía la primera cartulina del partido, en su primera acción.

Acto seguido llegaría la oportunidad más clara del Xerez en todo el partido,
corría el minuto 36 cuando José Mari ganaba el espacio con el cuerpo, pisaba el área de los catalanes y servía un genial pase para Tato, que con todo a favor perdonó, ya que su disparo se fue lamiendo el poste del arco de Rubén Pérez.
El Xerez comenzaba a gustarse, tenía el esférico en casi todo momento y Chapín alentaba, sabiendo que se podía conseguir la victoria, así acabo el primer acto, con un Xerez dueño del balón y con un Nástic muy cómodo replegado atrás, ya que el Deportivo apenas creaba peligro.

El Gimnástico salió a disputar la segunda parte del encuentro con la novedad de Aléx Ortiz que entraba sustituyendo a Mairata.

En este segundo acto el Xerez lo seguía intentando, el Nástic por su parte lo tenía claro, cedió toda la posesión al Xerez y se replegó bien atrás para buscar su oportunidad a la contra. Cada minuto que pasaba la balanza se decantaba más a favor de los catalanes, ya que los xerecistas se sumían en un mar de dudas, en pura ansiedad, la desesperación y las prisas comenzaban a llegar para el Xerez, que se veía incapaz de traspasar la linea defensiva catalana.

Juan Merino, nada más empezar la segunda mitad, mandó a muchos de sus hombres a calentar, no esperó mucho para realizar el primer cambio del Xerez. Aproximadamente en el 60 de partido entraba Óscar Díaz, el madrileño reaparecía, después de su ausencia en los últimos partidos debido a motivos personales, abandonaba el terreno de juego Tato, el cual seguro que se fue lamentando la oportunidad que tuvo en el 36 de partido.

Cuando apenas se habían cumplido un par de minutos del primer cambio, Merino de nuevo movía el banquillo, saltó al terreno de juego Jesús Capitán "Capi" y relegaba al banco a Rafa Barber, este cambio fue ovacionado en la grada y Barber en su camino hacía el banquillo recibió una pitada monumental. Merino buscó con Capi algo más de profundidad, a sabiendas de que el equipo no terminaba de concretar en tres cuartos de campo.

En el 70 de partido, el Xerez continuaba perdido, sin saber que hacer con el balón, colgando multitud de balones al área visitante, pero siempre sin precisión, sin determinación, el Nástic por su parte seguía bien plantado atrás y ganando confianza por minutos, por eso el técnico de la Línea agotó el último cambio, retiró a José Mari para dar entrada a Vélez, para aprovechar así los balones aéreos que el Deportivo no paraba de colgar.

Sin embargo, en el 73 el susto llegaría para el Xerez, el central Lombán cometía un fallo clamoroso en el despeje, el balón lo recibía por sorpresa el delantero Powel, pero su disparo inocente lo llegó a tocar Toni Doblas y fue el propio Lombán el que rectificó y sacó el balón de la mismísima línea de gol, Chapín respiró aliviado y seguió alentando a los azulinos para conseguir ese gol, que de haber llegado hubiese sido prácticamente definitivo.

El Xerez volvió a la carga, esta vez moviendo con paciencia, con un Israel y un Capi muy participativos, pero siempre tropezando con el muro tarraconense. En el 82 un jugador visitante quedaba tendido en el suelo, José Vega viendo que no tenía nada continuó la jugada y provocó la expulsión del defensa Rodri, el cual enfadado barrió literalmente a el extremo jerezano, desentendiéndose del balón por completo y viendo la cartulina roja.

En estos últimos diez minutos en los que se jugó con superioridad numérica, el Deportivo en forma de balones largos intentaba aprovechar la envergadura del Vélez, que apunto estuvo de marcar, pero su remate se paseó muy cerca de la línea de gol.

La conclusión es que el Xerez sigue lastrado en Chapín, la afición sigue sin poder cantar un gol en casa y con estos dos partidos como local, el Deportivo suma un total de 180 minutos sin disparar a puerta, algo bastante preocupante. Tan sólo un punto de seis ha conseguido en casa y ante rivales teóricamente asequibles.

Sin duda, habrá que mejorar y aprender a llevar la iniciativa, de otra forma, chapín se convertirá en un estadio dónde los equipos vengan frotándose las manos.

jesus.toledano@hotmail.com


foto: diariodejerez.com.

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